El pasaporte...

Hoy temprano en la mañana terminó mi calvario, al fin tengo el pasaporte completo con todas las de la ley!!!

Quizás algunos se preguntarán por qué no tenía mi pasaporte completo (con todas las exigencias que el documento bolivariano exige), les cuento la primera parte de esta historia y la de hoy que corresponde a la parte final:

Hace dos años, mi mamá y yo decidimos sacarnos el pasaporte porque teníamos intenciones de salir del país por un rato, estuvimos varios meses pensando en cómo no tener que dormir frente a la puerta de la sede principal de la Diex en el centro de Caracas (porque supuestamente ése era el únco lugar donde se podía sacar por primera vez), hasta que un amigo de mi mamá nos ofreció sacárlo en la sede de la Diex en Coche.

Fuimos una lluviosa mañana, aún lo recuerdo, con caras de "yo no fui", entramos al lúgubre lugar a las 10:00 am y salimos con los pasaportes en mano a las 10:30 am, plastificaditos, con los datos escritos a máquina, con la foto pegadita y todo; pero -porque siempre hay un pero-, no habían estampillas ese día, motivo por el cual, tuvimos que adquirirlas en la sede de la Diex ubicada en Los Ruices y como decidimos no viajar, dejamos los pasaportes así hasta el día de hoy porque ahora el tiempo apremia...

Hoy en la mañana fuimos a la sede de la Diex, para que nos pegaran las estampillas y les colocaran el sello, llegamos, no había nadie solicitando nada y expusimos nuestra solicitud.

Expuesta nuestra necesidad, nos indicaron que teníamos que esperar "al jefe".

Estuvimos allí por espacio de media hora, hasta que llegó un señor bajito con un periódico debajo de uno de sus brazos y con 2 pasaportes en la mano.

Yo pensé que ese señor era el famoso "jefe", pero no, rato después me di cuenta que el señor tenía el mismo problema que yo, motivo por el cual, decidí dirigirme al chico que pegaba las estampillas:

Yo: puedo sentarme aquí contigo y así voy pegando yo misma mis estampillas?
El chico: pero te faltan los sellos
Yo: yo sé, pero puedo ir pegando yo misma las estampillas así como tú lo haces mientras llega el "jefe" que pone los sellos...
El chico (con cara de que no tenía otro argumento para negarse según mi percepción): bueno, está bien, pero debes comprar media unidad tributaria, eso es 50 mil
Yo (con cara de asombro, porque así las estampillas sean de hace años, aún son válidas): tendré que ir hasta un cajero, no tengo dinero en efectivo.
El chico: aquí mismo, debajo del edificio tienes 2 cajeros y compras las estampillas cuando vengas.

Bajé rauda y veloz los tres pisos, saqué el dinero rápidamente (porque los alrededores de la Diex de Coche, a pesar de que está en un centro comercial, es horríble con gente con cara de amigos de lo ajeno) y subí casi corriendo con el dinero.

Llegué nuevamente al tercer piso (casi con mal de rabia por el cansancio de las escaleras) y le solicité a un señor que estaba en posición de descanso la media unidad tributaria.

El señor se medio despertó y me dió tres estampillas pequeñas color amarillo.

Fui hasta la oficina del chico que empezaba a pegar las estampillas viejas que si me aceptó (auqnue insisto, la ley dice que las TODAS las estampillas tienen vigencia) y le dí la media unidad tributaria.

El chico terminó de pegar las estampillas, se paró y entró rápidamente a una oficina al fondo del lugar, rato después, salió con las estampillas selladas, aún y cuando aún no había aparecido el "jefe" y comenzó una pequeña conversación:

El chico: ya está listo
Yo: seguro?, pero no ha llegado el "jefe"
El chico: eso no tiene nada qué ver, sólo necesitaban un sello.
Yo: tomé los pasaportes rápidamente y le dí las gracias con una sonrisa de oreja a oreja
El chico: tienes que tener más cuidado con los documentos que te dan, porque si les falta algo no sirven y te jodis...
Yo: gracias, muchas gracias.

Cuando salí del lugar revisé los documentos, el chico efectivamente le colocó las estampillas a los pasaportes pero no esperó a que éstas se secaran, motivo por el cual, la tinta de los sellos se corrió por la hoja y son casi ilegibles.

No contento con el desastre, le colocó a cada pasaporte una de las estampillitas de la unidad tributaria, pero la tercera creo que se le olvidó regresármela, prefiero pensar eso y tratar de no ahogarme en malos pensamientos sobre el tema.

Definitivamente en este país los organismos públicos nada que funcionan, definitivamente es una cuestión cultural, falta de preparación del personal que en estos lugares laboran y una buena cantidad de motivos que se me ocurren, pero no tengo tiempo de escribirlos acá.

PD: como dicen ms queridos amigos invisibles "esto es lo que hay"