Fiesta de Navidad
La semana pasada celebramos la fiesta de navidad más divertida a la que he asistido desde que comenzé en la empresa donde trabajo.
En esta oportunidad la fiesta no fue tan glamorosa, comenzó más temprano, terminó én la madrugada igualito :-) y eso nos permitió tomar algunas desiciones un tanto radicales.
Breve comparación de la fiesta del año pasado con la de este año:
Hora de llegada: 8:00 pm
Lugar: Quinta La Esmeralda
Atracciones principales: Laureano Márquez, Grupo Tártara, Guaco, zanqueros.
Traje: formal
Hora de llegada: 4:00 pm
Lugar: Salón de festejos El Prado
Atracciones principales: Grupo Las Vibraciones, sorteo de equipos celulares Motorola 815 y 2 laptop.
Traje: como quieras, hasta de jeans.
Como verán, las fiestas no se parecían en nada, pero en la última me divertí más de lo que podía imaginar y fui sin el corre, corre y el estrés que produce en los días previos el respectivo arreglo: uñas de pies y manos, arreglo del cabello, el vestido, los zapatos o sandalias etc, etc, etc...
Es más, les voy a confesar que yo fui la primera que promoví el uso del jean y fui con un pantalón y una chaqueta de esta tela, un sweater y unos zapatos altos cerrados (cerraditos en forma redonda son lindos como de muñeca).
Revisé mi cabello y noté que la mejor opción era una cola de caballo bien hecha y me salvé de la peluquería por completo, porque tenía pocos días de haberme arreglado las uñas de los pies y las manos así que sólo me arreglé bien, un maquillaje bien sutil que combinara con mi atuendo y un buen perfume...
Resultado: las chicas que no tomaron mi consejo bailaron hasta temprano, en cambio, las que habíamos tomado la opción de la "comodidad en jeans", estuvimos sandungueando hasta el final de la fiesta :-); pero habían otras clasificaciones de vestimenta de chicas en la fiesta que las catalogaron de esta manera:
Hallaquitas mal amarradas: aquellas gordas que se fueron con camisitas que en la parte de atrás sólo tenían tiritas.
Empleada, promotora o qué vaina es esa: las que se fueron con atuendos pegados como de licra.
Las apretaito: las que bailaban pegao' con todos
En fin, en la viña del señor hay de todo, ustedes saben...
También hicimos un lindo gesto: cada quien llevó un obsequio para la recolecta y así poder donarlos a una fundación benéfica.
Pero como todo en esta vida tiene una razón, les comento que la categoría de la fiesta no fue igual al de años anteriores porque en esta oportunidad la empresa no contaba con los recursos necesarios para realizarla, motivo por el cual la alta directiva de la unidad donde trabajo asumió los costos; pero lo más importante es que nos divertimos muchísimo y la fiesta se convirtió en un ambiente propicio para compartir entre compañeros y celebrar la llegada de la navidad.
Como consecuencia por supuesto que hubo los borrachos y borrachas, pero nadie hizo ningún show de mal gusto, sólo un chico terminó al día siguiente hospitalizado en la metropolitana y operado de un cólico nefrítico por estar bailando el "Ritmo vuelta" dos veces pero eso fue todo.
Al final todos gozamos mucho y lo mejor: las cuentas bancarias no se vieron afectadas, genial no?
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