lunes, agosto 21, 2006

Farewell Tour 2006: "la despedida"

El viernes de la semana pasada tuve el inmenso placer de visitar la sala Ríos Reyna del Teresa Carreño para estar en la última presentación de Willie Colón en Venezuela sobre el escenario, después de 40 años de éxitos.

La experiencia fue muy agradable, el telonero del espectáculo fue Alfredo Naranjo y su Guajeo, quienes contagiaron a todos los presentes con una muy buena presentación en la cual destacaron todo su talento.

Luego entró Willie Colón con su orquesta y siguió la fiesta, comenzó su repertorio con una de las canciones que más me gusta: "Che che colé" y luego siguió con otras tantas...

Se me erizó la piel cuando la orquesta empezó a tocar las notas iniciales de "Gitana", a esta altura el concierto ya había avanzado bastante y aún me parecía mentira estar presenciando a este maestro de la salsa...

Willie Colón no hablaba mucho, hacía pequeñas referencias sobre cosas cotidianas de su vida, pero hizo una especial mención a Héctor Lavoe, a quien calificó de "genio" y dijo algo más o menos así (no recuerdo literalmente): cuando grabé mi primer disco lo hize con Héctor Juan Pérez, pero como tenía las fotos de cada uno chiquiticas el nombre no cabía, entonces allí él decidió que para su público se iba a llamar sólo Héctor Lavoe. A él hay que recordarlo como el grande de la salsa, que aún después de 13 años de fallecido sigue pegadísimo en todas partes del mundo, sobre todo en el Bronx de Nueva York y hasta en Madrid, él es el mejor, nada que ver con Marc Antony, Willie Colón o J-LO, ése si era un genio y así hay que recordarlo, no como el drogadicto por esa maña que tenía, sino por lo grande que fue haciendo música...

Allí empezó el repertorio con las canciones de Héctor Lavoe para seguir después con "La Murga", porque dijo que en el concierto que había ofrecido la noche anterior estaba un señor que a cada rato le pedía esta canción y que esta noche no se iba sin hacerla escuchar.

Estaba cansado, se le notaba a leguas en la voz, pero sin embargo seguía en su escenario deleitando al público con sus canciones y tocando sus trombones -uno dorado y otro plateado- y lo ayudaban los coristas, de verdad que fue una buena sincronización, quizás yo noté esta situación porque estaba en la primera fila del escenario, a escasos 2 metros de él, si acaso...

Estuvo bromeando un rato, hizo un chiste del cual nos reimos mucho pero por lo malo que era, dijo que había una luz que lo perseguía, que había intentado ir al baño y tuvo que pedir que por favor dejaran de iluminarlo porque necesitaba estar en privado y presentó a cada uno de los integrantes de su banda, entre los cuales está el venezolano Luisito Quintero un tremendo timbalero que se destacó totalmente y llenó de orgullo a todos los allí presentes, a ésto es a lo que yo llamo "orgullo nacional" :-)

También hizo mención al exitoso trabajo del venezolano Amilcar Boscán, dijo que era un grande de la salsa y que era una persona con muchísimo talento, cantó una de sus canciones y manifestó su deseo de que llegara muy alto, porque a su juicio realmente se lo merecía.

Se despedía y se regresaba, en la primera ocasión dijo que ya se tenía que ir, que se le había quedado el trombón y visitáramos la página www.williecolon.com (yo sabía que iba a decir lo del instrumento porque ya lo había leído en el blog de Dímelo Cantando sobre su experiencia en el concierto del jueves), lo hicimos volver, cantó, se fue, dijo que ya estaba bueno, que la asociación mundial de cantantes no permitía que sus agremiados cantaran más de lo establecido en el contrato, que no era su culpa y llamó a los dueños de Rumba Caracas los presentó, le cantó las mañanitas a uno de ellos llamado Daniel porque cumplía años ese mismo día y los elogió por ser los responsables de haberlo traído al país.

Cantó, se volvió a ir y regresó nuvamente respondiendo al llamado de la audiencia que gritaba "Simón", dijo que entonces le teníamos que pagar otro concierto porque lo teníamos allí más de la cuenta, habló, habló, se quejó entre risas hasta que la banda empezó a tocar y él a entonar la canción a petición del público.

Luego de esta última presentación lo dejamos ir :-) evidentemente estaba muy cansado y además ya había cumplido, el público estaba satisfecho de haber cantado y bailado al compás de su música.

Cuando se despidió finalmente, lo hizo de esta forma (de esto si me acuerdo literalmente): "hasta ... (en este momento el silencio se poderó del lugar) adiós".

PD: el concierto de verdad que me encantó, siento que tuve la tremenda oportunidad de escuchar y ver a pocos metros a uno de los grandes de la salsa, pero hubo algo que no me gustó, había un chico sentado muy cerca de mí que tenía un disco de acetato y un bolígrafo, supongo que quería que se lo autografiara, él llamó a Willie y éste le dijo que no se acercaría, en realidad yo no sé la razón por la cual Willie Colón no se quiso acercar, pero sinceramente pienso que esta era una acción que debía hacer porque como él mismo lo dijo durante su presentación: "me debo a mi público, si ustedes no estuvieran aquí, ésto se hubiera convertido en sólo un ensayo más y la reseña en los periódicos de mañana sería una verguenza".

2 Comments:

At martes, agosto 22, 2006 10:02:00 a. m., Blogger Básico said...

Yo quería ir... bueh!, lo malo es que no puedo decir: "será en otra ocasión..."

Cambio y fuera.

 
At miércoles, agosto 23, 2006 3:00:00 p. m., Blogger Coqueta said...

Hola Básico!

Yo sé que querías ir, lo lei en tu blog hace algunos días...

Sabrás que yo fui de chiripa, apenas como una semana antes fue que obtuve las entradas.

No pudiste ir a ver a Willie Colón, pero yo creo que lo más importante es que igual vas a poder seguir disfrutando de su música.

Saludos.-

 

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