Cambio

En estos días me he dado cuenta de que me importan muy poco muchas cosas que antes llamaban mi atención o acababan ocupando mi mente por largos períodos de tiempo...

Más que cosas, me importa cada vez menos lo que dicen o hacen algunas personas que incluso antes las consideraba como parte fundamental en mi vida, pero ya no...

Yo no me había puesto a pensar en eso hasta hace poco, cuando, entre otras cosas, me percaté de que no me hace falta la presencia de algunos.

Durante esta última semana he pensado mucho en el por qué de lo que me está sucediendo, sólo le encuentro dos respuestas hasta ahora:

La primera, que estoy más pendiente de hacer lo que yo quiero y lo que me hace verdaderamente felíz, en vez de estar tratando de complacer a todo el mundo, lo cual para mi ha resultado imposible, además de cansón, de verdad que no puedo, ni quiero.

La segunda y la más temida: será que se está endureciendo mi corazón? será que es una fuerte coraza que se está formando alrededor de él?

En realidad no se la respuesta, no creo tener un corazón endurecido porque soy capaz de amar, ser cariñosa, sentir piedad y muchos otros sentimientos bonitos hacia mucha gente, además de que gracias a Dios soy felíz, una persona muy alegre y sensible.

Quizás lo que me pase es que ya no quiero profesarle mis sentimientos a personas que me han defraudado, que me han traicionado, a las que yo he perdonado en silencio muchas veces porque el sentimiento era predominante.

Será eso bueno, será malo???

A esta altura de mis letras, creo que estoy más confundida que cuando decidí escribir sobre lo que me pasa, pero de una cosa si estoy completamente segura, esas personas no me hacen falta, de verdad, en serio, para bien o para mal, sólo se que en este momento me siento en paz de esta forma y sin ningún tipo de compromisos, más allá "del deber ser o lo que se debe hacer"

Dentro de todo, menos mal que me pude haber dado cuenta -muy tarde, pero pude- de que no todo el mundo es como parece, que las personas aparentan una cosa y a espaldas son otras, en el momento en que se quitaron las máscaras me dolió mucho, incluso no lo podía creer, dejé pasar el tiempo y ahora como me siento es el producto de una nueva realidad.