Igual que en Venezuela

Una de las cosas más impresionantes de la ciudad de São Paulo pese a su gran número de habitantes, es el estricto orden que tiene el sistema de transporte público, sobre todo los autobuses (que en português sería Ônibus), todos están en buen estado, son muy amplios, limpios, correctamente enumerados, clasificados y con asientos reservados para mujeres embarazadas, con niños de brazos, ancianos o minusválidos.




En realidad me he montado muy pocas veces en los autobuses de São Paulo, creo que me sobran los dedos de una mano para enumerar, pero hoy sucedió algo igual que en Venezuela: entró una muchacha con su bebé en los brazos y nadie le cedió el puesto, sólo yo.



Lamentablemente, acá en Brasil también ocurre...