En Margarita...

La semana pasada me fui a la isla de Margarita a ejecutar un evento de la empresa donde trabajo, y a pesar de que el viaje no era de personal, en realidad lo disfruté mucho más de lo que yo misma me imaginé.

Llegué a la isla el martes de la semana pasada en la mañana, me trasladé hasta el Hotel Hesperia Isla Bonita y lo primero que admiré fue la vista de la habitación que me asignaron, desde la ventana podía ver toda una bella bahía, al lado derecho un lindo faro pintado en franjas horizontales de color rojo y blanco como en las películas :-) también se veía parte de las instalaciones del hotel en las que se realizan las actividades nocturnas.

La dos primeras noches me fui al Sambil, quedé maravillada por lo lindo que se mantiene, me gustó la ampliación que le hicieron y además, los precios de la ropa son muy buenos, de verdad que merece la pena...

El tercer día fui a Rattan y el cuarto día a Sigo, comparé los precios de los licores y en Rattan son más competitivos aunque la diferencia no es mucha, la otra diferencia es que en Sigo embalan las botellas en cajas para viajar y en Rattan sólo las meten en bolsas plásticas convencionales del establecimiento como un automercado normal, lo cual no es nada cómodo.

Las maletas tienen muy buenos precios en Rattan, así como el material que ahora usan para su elaboración llamado poli carbono, que es un material duro, resistente pero al mismo tiempo muy liviano, lo que hace más ligero el equipaje :-)

Además de la vista de mi habitación, las instalaciones del Hotel Hesperia Isla Bonita son espectaculares, a pesar de que este hotel queda a 40 minutos de Porlamar y del aeropuerto, merece la pena hospedarse allí, la comida es deliciosa en cualquiera de sus restaurants, es muy variada y balanceada, en las noches siempre hay festivales gastronómicos, mientras yo estuve allá hubo de: comida mexicana, japonesa, árabe y no se los otros días porque comí en otros restaurants :-), la atención en excepcional (éste es uno de los primeros aspectos que tomo en cuenta), la limpieza de las habitaciones y demás áreas, el servicio de taxis es excelente, la gente en general es muy amable, super colaboradora, yo todos los días llegaba con un montón de bolsas y cajas y en todas partes me ayudaban a cargarlas y esas cosas...

Estuve trabajando pero descansé muchísimo, no venir a la oficina en todos esos días me sentó muy bien, sobre todo porque los problemas que se presentaron en el evento no eran mi responsabilidad, yo estuve tranquila porque todo salió bien eso me daba oportunidad de irme a Porlamar y comportarme como una verdadera compradora compulsiva, de verdad que al ver los precios y compararlos con los de Caracas me provocaba comprar más, de hecho, me fui con una maleta y regresé con dos :-)

Otra cosa que me encantó del hotel son los cocteles que preparan en el lobby bar, yo probé los siguientes: piña colada, daiquirí de fresa, melocotón, copito de nieve y uno que no aparecía en la carta, supuestamente es un "coctel especial", era a base de licor de café que me encanta!!!



El último día en la mañana fue de regocijo, visité a la Virgen del Valle en su iglesia, a pesar de que no pude estar mucho tiempo pude rezar un rato, después me quedé simplemente un ratico sentada mirando a la virgen, compré unos detallitos en las afueras de la iglesia y después me fui.

Lo único malo del viaje: el incumplimiento de horario de Aserca, el vuelo de ida tuvo un retraso de una hora y el de regreso se retrasó casi dos horas...

Fue muy lindo estar en Margarita estos días, espero que esta experiencia vuelva a repetirse muy pronto!!!