Mucho que decir

Hoy tengo mucho que decir, el primer post lo escribí bien tempranito y aún no ha finalizado la mañana cuando ya estoy tecleando de nuevo para contar algo más que tengo para decir.

Durante la mañana he estado tratando de esquivar trabajo, echando carro pues, porque no tengo ganas de hacer nada como ha ocurrido en esta última semana.

Pero tuve que ir a Polar, menos mal que está tan cerca de mi oficina que fui rápidamente caminando a tomar unas fotos para un evento que en realidad, no es parte de mi trabajo pero...

Siempre hay un pero por allí, pero esto tengo que extenderlo para que puedan entender la situación del caso:

Resulta que en mi trabajo Polar pertenece al grupo de empresas privadas, por supuesto, y yo atiendo SÓLO al segmento gubernamental (ya sé, qué asco, Chávez, las boinas, el régimen que nadie quiere, pero eso es lo que me toca!!!), motivo por el cual no me tocaría estar visitando a este cliente, pero (aquí está el pero que les mencioné en el párrafo anterior), hubo un cambio brusco en la estructura de la unidad a la que pertenezco y ahora es esta servidora quien casi irremediablemente tiene que ocuparse de las empresas privadas pero sin dejar al Gobierno...

La razón: la persona que atendía el segmento privado por razones poco decorosas tuvo que irse a otro cargo dentro de la organización (era eso o quedarse sin empleo).

Pero esta situación yo la veía venir, créanme, porque para bien o para mal, en esta unidad yo soy la "apaga fuegos", porque asumen sin tener ni siquiera la sutiliza de preguntarme, que yo soy la que puede ocuparse de todo, la que siempre tiene tiempo, etc.

Antes me sucedían cosas menos problemáticas, como por ejemplo, ver Aló Presidente, estar de guardia una madrugada, trabajar sola en la oficina un domingo, no comer ni dormir durante todo un día por atender una actividad, viajes repentinos, pero esto ya lo considero un abuso...

Como la antigua Gobernación de Miranda: "trabajo y más trabajo", pero y la gratificación?, no... de eso nada...

Entonces la fórmula queda siempre así:

trabajo + trabajo = mismo sueldo

Pero a calármela, no me queda más remedio...